Un ataque cerebral ocurre cuando un vaso sanguíneo que lleva sangre y oxígeno al cerebro se obstruye con un coágulo o se rompe. Cuando esto sucede, las neuronas no reciben la sangre y oxígeno que necesitan para sobrevivir. Esto provoca que las neuronas dejen de funcionar y mueran en minutos. Entonces la parte del cuerpo que controlan se ven afectadas. Los efectos del ataque cerebral pueden ser permanentes en función de cuántas células se han perdido, dónde se encuentran en el cerebro y otros factores. © AHA